Sunday, May 29, 2011

Pan de plátano (Banana bread)

Parece ser que las recetas que hago suenan un poco raras en español, así que muestro la interpretación inglesa entre paréntesis, que es el nombre original.
Me encanta el plan de plátano, que es, más que nada, un bizcocho jugoso con sabor a plátano, que retiene su frescura durante días y se puede tomar frío o recalentado en el horno para desayunar. Con esta receta sale un bizcocho de considerable tamaño, de sobra como para compartir y alegrarle el día a alguien - a alguien que le guste el plátano claro.
Es díficil ser productivo cuando se está de turno temprano. Esta mañana me levanté a las 4 de la mañana y estuve esperando en el aeropuerto 2 horas antes de entrar a trabajar a falta de autobuses. Es lo que tiene currar los domingos. Llgué a casa agotada pero me eché una siesta de dos horitas que me devolvió la vida. Nada más abrir los ojos, visualicé el pan de plátano y me puse a ello en la cocina, acompañada de la música de Jack Johnson.

Ingredientes
125g de mantequilla
175g de azúcar moreno
2 huevos
280g de harina
1 sobrecito de levadura Royal
una pizca de sal
125 ml de leche
3 plátanos maduros, cuando más blandos mejor
1 cucharadita de esencia de vainilla
75g de nueces picadas
50g de chocolate negro picado (OPCIONAL, realmente no es necesario pero ¿a quién no le gusta encontrar pedacitos de chocolate derretido?)


Método
1. Precalienta el horno a 180º y engrasa un recipiente para hornear de unos 25cm x 10 cm. Recomiendo forrarlo con papel de hornear para que luego sea más fácil de sacar del recipiente.

2. Como es habitual, en primer lugar bate la mantequilla con el azúcar moreno en un cuenco grande. De nuevo, realmente merece la pena utilizar una batidora o algún instrumento eléctrico, a no ser que quieras ahorrarte la sesión de gimnasio. Créeme, que tus brazos lo notarán mañana.

3. Cuando la mezcla esté suave añade los huevos uno a uno, removiendo bien. Incopora una cucharada de harina a la vez para evitar que la masa se corte, y bate enérgicamente con una cuchara de madera, aunque parezcas un loco. Añade la mitad de la harina junto con la levadura y la sal y remueve bien. Incorpora la leche, y aquí ten cuidado porque seguramente la masa se te corte - a mi me pasó. Pero que no cunda el pánico, la batidora lo soluciona en un minuto. Y ya por fin, añade el resto de la harina. La masa debería tener un color dorado y una consistencia viscosa.

4. Aplasta los plátanos con un tenedor en un plato aparte y añádelos a la masa, junto con la esencia de vainilla, las nueces, y si eres picarón como yo, con el chocolate. Ahora vierte la mezcla en el recipiente engrasado y allánala con una espátula.

5. Hornéalo durante 1 hora, y pínchalo con un palillo o cuchillo para comprobar que esté bien hecho y no pegajoso. Al sacarlo, déjalo reposar en el recipiente al menos 20 minutos antrs de atacar. Cómetelo con mantequilla y mermelada, nocilla, o a solas - realmente no necesita más complementos.

Saturday, May 28, 2011

Nuestra primera visita!

Hace unas semanas, aunque se documente ahora, nos visitó la señora "Pumba", aunque Isabel es su verdadero nombre, así es como yo la conocí... para aquellos que no lo sepan, es la madre de Ana, y para aquellos que ya la conocen sabrán que así es como Ana la suele llamar.
En su estancia aquí, visité con ella la ciudad antigua de Fredrikstad que es como una ciudad protegida por el rio, que imagino que serviría para defenderse porque está llena de cañones, además nos tomamos un café, en una cafetería que bueno... genial era, lo único era el precio pero bueno para ser noruega no estaba mal. También hicimos una chuletas de cordero a la miel que estaban buenísimas, y a continuación va la receta;


Ingredientes:

-Chuletas de corderos
-Guarnición a elegir, nosotros pusimos patatas y cebolla pero admite todo tipo de verduras
-Miel
-Aceite
-Vinagre


Preparación:

Muy sencilla, Ponemos en la bandeja del horno las chuletas de cordero, con lo que hayamos elegido de guarnición, cubrimos con aceite y salpimentamos.
Se dejan en el horno, previamente precalentado, durante almenos 50 minutos (aunque ya se sabe que eso depende de cada horno) a 180º.
Sacamos cuando este la carne dorada y lo ponemos en una bandeja, excepto el caldo que haya quedado que se pone en una cacerola, y calentamos mientras mezclamos con la miel y el vinagre.
Y ya está, solo queda poner la salsa por encima de las chuletas y se queda delicioso!!
Este es el resultado...















Aunque no se vean muy bien las caras, son caras de... Nunca he probado algo tan bueno en mi vida.

Thursday, May 26, 2011

Día off perfecto


Aquí estoy, en la cama, saboreando estos momentos de tranquilidad y de no tener que estar pensando en planchar el uniforme, ni poner la alarma del móvil, ni del eterno viaje de autobús que nos lleva al aeropuerto. Mi segundo día off ha sido perfecto, me queda uno.

Esta mañana desayuné acompañada de mi libro, mientras los demás dormían aún. Cuando se levantó Toni nos fuimos a dar una vuelta por el centro y ha realizar varias compras. Compramos post-it que vamos a usar para ayudar nuestro aprendizaje del idioma. La idea es pagarlos por toda la casa, aunque no sé muy bien cuan útil será saber la palabra noruega para armario, pero bueno. De momento vamos tirando con los números y los días de la semana. Es difícil ponerse a ello, pero ayudándonos entre nosotros facilita las cosas. Toni ya está poniéndolo en uso en el avión por el altavoz. Y hoy nos emocionamos al entender a la cajera cuando nos dijo el precio.

Hemos descubierto una tienda curiosamente llamada Panduro, que realmente es mi sueño hecho realidad. No vende curruscos resecos como el nombre indica, sino todas las cosas que una friki de las manualidades como yo pudiera desear: cartulinas infinitas, papeles ilustrados, pegatinas, purpurina de toda clase, decoraciones comestibles, cuentas y abalorios, textiles y lanas, y la lista continúa. Me he paseado por la tienda como sumida en un sueño, moviéndome de un estante a otro, ojeando, tocando y maravillando ante tantos trastos, y antes los locos precios también. Tan sólo compré cadenas de llaveros para coserlos a las figuras en las que estoy trabajando por el momento.

Eh voilà, he aquí el resultado: Toni en miniatura. He intentado plasmar el uniforme Ryanero, con la chapa del nombre y las alas. A Toni le ha parecido todo bien menos las patillas. Lo hemos colgado de la cremallera de su crew bag, para que los demás azafatos lo vean y quieran uno ellos también, por el módico precio de... aún no lo hemos acordado.

Al volver hice un arroz caldoso con calabaza, alubias y chorizo - buenísimo por cierto y mini pizzas caseras. Vimos una peli desde el sofá y proseguí la tarde casera haciendo mis muffins favoritos. (Los podéis encontrar en la segunda entrada del blog). Me comí hasta el papel.

Pensé que era hora de escribir de algo no estrictamente culinario, ya que la idea de este blog también es de compartit nuestras hazañas y demás anñecdotas de nuestra vida diaria. Ayer fuimos a Halden, un pueblo cerquísima de la frontera con Suecia, famoso por su antigua fortaleza. La fortaleza, según nos contó nuestro guapísimo guía, no tuvo días muy tranquilos, ya que la frontera entre Noruega y Suecia fue siempre muy conflictiva, y sus muros tuvieron que ser reforzados cada dos por tres tras numerosas invasiones por ambas partes. Las vistas son muy bonitas, y si no hubiera sido por el feroz viento y los rugidos de las máquinas en obras, sería un lugar idóneo para un picnic.



Mañana me tomaré el día con calma, aparte de una muy necesitada sesión de gimnasio. Y quizá me vea obligada a hacer pan de plátano, no vaya a ser que los plátanos se pongan malos..
God kveld a todos.

Saturday, May 21, 2011

Carrot cake (Pastel de Zanahoria)

Antes de nada, disculparme por el abandono que le tenemos al blog. Toni parece haberse dado por vencido, lleva diciendo que escribiría la receta de chuletillas al horno hace semanas - pero Facebook y la serie esa de V con una mujer de pelo corto que da miedo, parece ser más entretenido. Esperemos que la cosa cambie de ahora en adelante, aunque con el verano encima y el palizón de vuelos que vamos a estar haciendo, no sé de dónde sacaremos la energía para nuestras creaciones culinarias.
El pastel de zanahoria, por muy asqueroso que suene, está buenísimo. Es un postre muy típico en Inglaterra, y por lo general no lo suelo hacer ya que suele llevar una cantidad de aceite de girasol que le quitan a cualquiera las ganas de cocinar. Pero he encontrado una receta de Jamie Oliver, el célebre chef inglés, que no utiliza aceite, aunque sí bastante mantequilla. Pero bueno, la mantequilla me da menos cosa. Aquí va. Y no, no sabe a zanahoria.


Ingredientes
285g de mantequilla reblandecida, aunque también se puede usar margarina
200g de azúcar moreno
3 cucharadas de miel
5 huevos, con las yemas separadas
el zumo y la peladura de una naranja
170g de harina
1 sobrecito de levadura Royal
100g de almendra molida
100g de nueces picadas
1 cucharadita de canela
una pizca de clavo molido
una pizca de nuez moscada
una cucharada de jengibre picado, o una cuharadita de jengibre en polvo
285g de zanahoria, peladas y rayadas
Glaseado
200g de Philadelphia
el zumo de medio limón
2/3 cucharadas de azúcar glas

Método
1. Precalienta el horno a 180º y engrasa una fuente cuadrada de 20cm de diámetro, y fórrala con papel de hornear. En realidad con poner un pedazo cuadrado de papel en la base del recipiente basta. Con toda la mantequilla que lleva este pastel, pegar no se va a pegar.

2. Bate la mantequilla y el azúcar en un cuenco grande. Usando una batidora o un robot, te ahorrarás mucho tiempo y energía. La mezcla debe quedar pálida y esponjosa. Añade la miel, y las yemas de huevo, una a una, batiendo bien con cada adición. Añade ahora el zumo y la peladura de la naranja. Es buena idea añadir un poco de harina en este paso, para evitar que la mezcla se corte.

3. Añade la harina y la levadura mezclándolo todo bien, ya también la almendra, las nueces, la canela, el clavo molido, la nuez moscada, el jengibre y por fin, la zanahoria rayada.

4. Bate las claras de huevo con la sal a punto de nieve, e incorpóralas a la mezcla con cuidado. Vierte la mezcla en el recipiente y hornea 50 minutos, hasta que el pastel haya subido y esté doradito. Inserta un cuchillo o palillo para comprobar que la masa esté lista. Una vez fuera del horno, deja al pastel tranquilo al menos una hora antes de hincarle el diente.

5. Para hacer el glaseado, bate la Philadelphia hasta que esté suave, y añade el zumo de limón y el azúcar glas. Y ..¡listo! Este pastel está muchísimo más bueno al día siguiente, una vez reposado.. ¿aceptas el reto?