Esta es la historia de Toni y Ana, dos Ryaneros recién llegados a Noruega, compartiendo casa, trabajo, y por supuesto, fogón. En este portal os ofreceremos recetas, aventuras y mucho más, para que podáis apreciar lo que se puede hacer con pocos fondos monetarios en este país, pero eso sí, con mucha imaginación.
Thursday, May 26, 2011
Día off perfecto
Aquí estoy, en la cama, saboreando estos momentos de tranquilidad y de no tener que estar pensando en planchar el uniforme, ni poner la alarma del móvil, ni del eterno viaje de autobús que nos lleva al aeropuerto. Mi segundo día off ha sido perfecto, me queda uno.
Esta mañana desayuné acompañada de mi libro, mientras los demás dormían aún. Cuando se levantó Toni nos fuimos a dar una vuelta por el centro y ha realizar varias compras. Compramos post-it que vamos a usar para ayudar nuestro aprendizaje del idioma. La idea es pagarlos por toda la casa, aunque no sé muy bien cuan útil será saber la palabra noruega para armario, pero bueno. De momento vamos tirando con los números y los días de la semana. Es difícil ponerse a ello, pero ayudándonos entre nosotros facilita las cosas. Toni ya está poniéndolo en uso en el avión por el altavoz. Y hoy nos emocionamos al entender a la cajera cuando nos dijo el precio.
Hemos descubierto una tienda curiosamente llamada Panduro, que realmente es mi sueño hecho realidad. No vende curruscos resecos como el nombre indica, sino todas las cosas que una friki de las manualidades como yo pudiera desear: cartulinas infinitas, papeles ilustrados, pegatinas, purpurina de toda clase, decoraciones comestibles, cuentas y abalorios, textiles y lanas, y la lista continúa. Me he paseado por la tienda como sumida en un sueño, moviéndome de un estante a otro, ojeando, tocando y maravillando ante tantos trastos, y antes los locos precios también. Tan sólo compré cadenas de llaveros para coserlos a las figuras en las que estoy trabajando por el momento.
Eh voilà, he aquí el resultado: Toni en miniatura. He intentado plasmar el uniforme Ryanero, con la chapa del nombre y las alas. A Toni le ha parecido todo bien menos las patillas. Lo hemos colgado de la cremallera de su crew bag, para que los demás azafatos lo vean y quieran uno ellos también, por el módico precio de... aún no lo hemos acordado.
Al volver hice un arroz caldoso con calabaza, alubias y chorizo - buenísimo por cierto y mini pizzas caseras. Vimos una peli desde el sofá y proseguí la tarde casera haciendo mis muffins favoritos. (Los podéis encontrar en la segunda entrada del blog). Me comí hasta el papel.
Pensé que era hora de escribir de algo no estrictamente culinario, ya que la idea de este blog también es de compartit nuestras hazañas y demás anñecdotas de nuestra vida diaria. Ayer fuimos a Halden, un pueblo cerquísima de la frontera con Suecia, famoso por su antigua fortaleza. La fortaleza, según nos contó nuestro guapísimo guía, no tuvo días muy tranquilos, ya que la frontera entre Noruega y Suecia fue siempre muy conflictiva, y sus muros tuvieron que ser reforzados cada dos por tres tras numerosas invasiones por ambas partes. Las vistas son muy bonitas, y si no hubiera sido por el feroz viento y los rugidos de las máquinas en obras, sería un lugar idóneo para un picnic.
Mañana me tomaré el día con calma, aparte de una muy necesitada sesión de gimnasio. Y quizá me vea obligada a hacer pan de plátano, no vaya a ser que los plátanos se pongan malos..
God kveld a todos.
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